1.Ión-litio
Estas baterías, el tipo más común de batería que se instala en los hogares hoy en día, utilizan una tecnología similar a la de sus homólogas más pequeñas de los teléfonos inteligentes y los ordenadores portátiles.
Un tipo común utilizado en las baterías domésticas es el litio níquel-manganeso-cobalto (NMC).
Otro producto químico habitual es el fosfato de hierro y litio (LiFePO o LFP), que se considera más seguro que el NMC por su menor riesgo de fuga térmica.
(daños en la batería y posibilidad de incendio por sobrecalentamiento o sobrecarga)
pero tiene menor densidad energética.
Pros
Pueden dar varios miles de ciclos de carga y descarga.
Pueden descargarse mucho (hasta 80-90% de su capacidad total).
Son adecuados para una amplia gama de temperaturas ambiente.
Deberían durar más de 10 años con un uso normal.
Contras
El final de la vida útil puede ser un problema para las grandes baterías de litio.
Deben reciclarse para recuperar metales valiosos y evitar vertidos tóxicos, pero los programas a gran escala aún están en pañales.
A medida que las baterías de litio domésticas y de automoción se hagan más comunes, se espera que mejoren los procesos de reciclaje.
2.Plomo-ácido, plomo-ácido avanzado (plomo-carbono)
La vieja y buena tecnología de las baterías de plomo-ácido que ayudan a arrancar el coche también se utiliza para el almacenamiento a gran escala. Es un tipo de batería eficaz. Sin embargo, sin avances significativos en rendimiento o reducciones de precio, es difícil que el plomo-ácido pueda competir a largo plazo con el litio-ión u otras tecnologías.
Pros
Son relativamente baratos, con procesos de eliminación y reciclaje establecidos.
Contras
Son voluminosos.
Son sensibles a las altas temperaturas ambientales, que pueden acortar su vida útil.
Tienen un ciclo de carga lento.
Batería 3.Flow
Una de las alternativas más prometedoras al ión-litio, este tipo utiliza un electrolito bombeado (como bromuro de zinc o iones de vanadio) y reacciones químicas para almacenar carga y liberarla de nuevo.
Pros
Pueden descargarse hasta 100% de su capacidad y no tienen descarga residual, por lo que no pierden carga con el tiempo.
No pierden capacidad con el tiempo.
Funcionan bien a temperaturas ambiente elevadas.
Son relativamente fáciles de reciclar.
Contras
Al ser una tecnología nueva, son relativamente caros en comparación con los de iones de litio.
No toleran bien el frío (por debajo de 15°C).
Requieren un mantenimiento frecuente que las deja temporalmente fuera de servicio.